Los peligros del fundamentalismo
En los últimos años Darwin y la
evolución son el frente de lucha de los partidarios de la ciencia, por un lado,
y la derecha tradicionalista, principalmente cristiana evangelista. En
diferentes estados norteamericanos, como Kansas, Alabama o Georgia, la biología
científica, la evolucionista, se tiene que explicar en los colegios como una
teoría en igualdad de condiciones que las explicaciones de
Lo que se suele seguir llamando "teoría de la
evolución" es el único marco teórico científico en el que se pueden entender los
descubrimientos en biología (tanto zoología como botánica, pero también biología
molecular, genética, o biología evolutiva), en paleontología o antropología.
Aunque el "juicio del mono", en el que resultó condenado John Tomas Scopes, un
profesor en Tennesee que enseñaba la evolución, fue en 1925, la situación parece
repetirse y retrotraerse a la primera controversia que las ideas de Darwin y
Wallace generaron en
La evolución es no
solamente una teoría, sino un hecho suficientemente demostrado en la naturaleza
y en el laboratorio. Tan demostrado como que
Quienes se oponen a su
enseñanza suelen contraponer el llamado "creacionismo científico" que en esencia
significa que el texto de
Otros creacionistas
propondrán que los métodos de datación son incorrectos, o que los estratos no
pueden contar la historia de la vida. Dentro de los ataques, algunos llegan a
presentar huellas (como las del río Paluxy, en Texas, EEUU) en las que parecen
cohabitar humanos modernos y dinosaurios. A pesar de que ningún paleontólogo
serio cree que tales huellas correspondan a pies o manos humanos (o que
aparezcan hasta herramientas fosilizadas, como el martillo de London, Texas!!!),
los creacionistas siguen aireando esto como prueba de que la evolución miente.
Por el contrario, cada
día se están publicando estudios que confirman diferentes aspectos de las
teorías evolutivas, como predicen las teorías científicas que, sin embargo, y
por razones políticas, son atacadas por la mayoría moral estadounidense. Porque,
conviene recordarlo, religión y política se dan la mano en este resurgir del
fundamentalismo religioso, una práctica que está siendo ya exportada a otros
países, especialmente en Sudamérica.
Los
pensamientos creacionistas sostenidos por los fundamentalistas de la derecha, si
bien se escudan detrás de la religión, tienen un trasfondo mucho más oscuro y
grave, es una cuestión política y económica, que se utiliza para someter y
manipular a los ciudadanos por medio de su fe y creencias
sagradas.
Existe detrás
de todo esto unas razones muy peligrosas relacionadas con la educación y la
alfabetización científica - tecnológica del pueblo, que atentan contra la
democracia y la libre elección de los ciudadanos en temas relacionados con su
bienestar, su salud y el medioambiente. Al no enseñar evolución se niegan las
bases de la investigación genética y la biotecnología, el conocimiento
científico va a pasar a pertenecer a unos pocos privilegiados. Ese conocimiento
en manos de unos pocos que van a ejercer el poder, tiene ya un alto valor
económico. Sabemos de empresas privadas que patentan genes y medicamentos
obtenidos por procesos biotecnológicos manipulando seres vivos genéticamente; y
el ciudadano, quien es el usuario de esos medicamentos, alimentos y demás
productos genéticamente modificados, no podrá decidir, protestar, requerir,
votar en pos de su defensa. El pueblo perderá el control de las políticas
científicas, las multinacionales y las empresas económicamente poderosas
definirán qué investigar, si conviene o no económicamente investigar para sacar
la vacuna del sida, o crear nuevas variedades de soja, etc. La manipulación de
virus y bacterias, no tiene nada de creacionista, en los laboratorios se estudia
como mutan y evolucionan estos
microorganismos y en la actualidad se puede intervenir en esa evolución. Al
negar este hecho, se niega la ciencia y al tener la población ignorante se
pierden los controles democráticos, unos pocos, con gran poder económico
decidirán cosas tan importantes como la salud, el medioambiente, el futuro de la
humanidad, la evolución de la vida del planeta Tierra de aquí en adelante.
Porque creámoslo o no, la evolución sigue su curso a pesar de la humanidad y sus
creencias.
Más información sobre estos temas en el Escéptico digital: (Boletín electrónico)
http://digital.el-esceptico.org/
Del foro de Internet: “el retorno de los Charlatanes”:
Para
sustentar su opinión, los creacionistas nos regalan afirmaciones descabelladas
sin ningún dato al canto, como que el hombre convivió con los dinosaurios, que
El brillante físico Wolfgang Pauli dijo de las
teorías tan desprovistas de comprensión y tan mal definidas que "ni siquiera
están equivocadas". La frase se aplica perfectamente a mitociencias como la
patraña creacionista, que desprecia tantísimos aspectos del conocimiento humano
y es tan extravagante e irracional que asombra a quienes se asoman a ella.
Tratar de demostrar que está simplemente "equivocada" es como tratar de
convencer a un paranoico de que nadie lo persigue o darle un curso de teoría de
las probabilidades a un ludópata.
La única base del creacionismo es el
fundamentalismo protestante. Las distintas iglesias protestantes son continuas
productoras de talibanes cristianos, y vaya usted a saber por qué los católicos
de otros países se apuntan a todas esas
loqueras.